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Caracterización del Judo
Autor: Rodrigo Merlo
El Judo es un deporte de combate sub-categorizado como de agarre. Esta disciplina se encuentra dentro de las competencias olímpicas, y tiene su origen en Japón, siendo creado por el maestro Jigoro Kano en el año 1882 (Espartero Casado y Villamón, 2009). Su nombre al ser traducido puede entenderse como “El camino de la gentileza o de la Flexibilidad”.
Para el análisis de este deporte, nos daremos a la tarea de consultar algunos trabajos publicados por especialistas de este arte marcial, procuraremos comprender sus características físico-técnicas y con ello generar nuevas propuestas de entrenamiento con un enfoque basado en evidencias.
Revisaremos algunas descripciones encontradas en la bibliografía sobre el Judo, los estudios sobre el tiempo de esfuerzo y su relación con el de pausa, veremos los reportes antropométricos registrados en Judocas, y para culminar el escrito, realizaremos un análisis de los requerimientos energéticos y morfofuncionales propios de este deporte.
1. Definición Según Hernández García y Torres Luque (2007), el Judo es un deporte de lucha japonés que tiene participación en los juegos olímpicos, dentro del cual se compite por categorías de peso. Es un deporte dinámico y demandante, que exige realizar tareas complejas y ejecutar una excelente táctica para su práctica exitosa debido a la gran incertidumbre a la que se debe enfrentar el judoca por las decisiones que pueda tomar el adversario en el momento del combate. Estructuralmente este deporte se caracteriza por acciones de corta duración, realizadas a alta intensidad de manera intermitente (Sikorski, 1987).
Así podemos ver que el Judo se caracteriza por la constante necesidad de adaptarse a los diferentes adversarios y situaciones de combate, al mismo tiempo que se exploran las acciones con las que se puedan obtener un mayor rendimiento. Este último factor obliga a elegir entre los múltiples recursos de acuerdo con las posibilidades y limitaciones del adversario, hecho que exige que el entrenador ofrezca una variedad de situaciones de trabajo para desarrollar las capacidades personales de los Judocas (Carratalá, 2000).
En una definición aún más reciente sobre el Judo, se plantea que es un deporte de combate con esfuerzos intermitentes y de alta intensidad, en el que muchos atributos físicos son necesarios para lograr el desarrollo técnico-táctico óptimo y conseguir el éxito competitivo. La fuerza y el mantenimiento de esta cualidad a lo largo del combate son considerados factores predictores del rendimiento deportivo. En una competición de judo, los deportistas deben participar en varios encuentros con un período de recuperación que decrece progresivamente entre ellos (i.e. sistema de eliminatoria), y disponiendo de un tiempo de recuperación mínimo de 10 minutos entre las luchas. El esfuerzo de alta intensidad que caracteriza al combate de Judo se repite sucesivamente en condiciones fisiológicas y metabólicas desfavorables (Carballeira Fernández, 2015).
2. Relación esfuerzo/pausa Los combates de Judo oficialmente se realizan en lapsos de 5 minutos (IJF, 2006), aunque el tiempo real de duración de una lucha de Judo puede variar, debido a que los árbitros suelen detener y reanudar los enfrentamientos varias veces, es por ello que puede observarse una temporalidad de lucha dentro de un rango total de entre 3 y 5 minutos (Castarlenas y Planas, 1997; Sterkowicz y Maslej, 1998; Hernández y Torres, 2007) e incluso pueden llegar a valores extremos de 7 min. 30 s (Gorostiaga, 1988; Arruza, 1996; Iglesias et al., 2003; Franchini et al., 2005).
Otros autores proponen que la duración de un combate de Judo completo (incluido el tiempo de pausa) es de aproximadamente 7 min (Castarlenas et al., 1997; Gorostiaga et al., 1988; y Carballeira Fernández, 2015).
Además, es de destacar que es imprescindible conocer la distribución del combate de Judo en secuencias de trabajo (periodos de intensidad alta) y secuencias de pausa (periodos de intensidad baja), ya que esta estructura de trabajo-pausa, hará que se activen algunos mecanismos específicos para la obtención de la energía e influirá también en aspectos tácticos, y del mismo modo en el tipo de entrenamiento a realizar (Gutiérrez, 2008; y Hernández y Torres, 2009).
Por otro lado, es sumamente útil discriminar el tiempo que demora un deportista en realizar una acción de combate, la cual puede ser muy breve (una técnica de lanzamiento de Judo puede durar tan solo 1.14s, Blais et al., 2006), o sostenida en el tiempo (25s es lo que se tarda en generar una puntuación por ippon al inmovilizar al oponente (Barris & Button, 2008).
Es por ello que, para comprender en detalle la ratio esfuerzo/pausa propio del Judo, hemos revisado algunas investigaciones donde se describieron los momentos de esfuerzo y de pausa en competiciones de alto nivel de Judo (Castarlenas y Planas, 1997; Sikorski et al., 1987; Malderen et al., 2006), estos estudios encontraron que la relación entre el tiempo de esfuerzo y el de pausa en un combate de judo, fue de 2:1 o 3:1, identificándose una relación de entre 20 y 30 segundos de esfuerzo interpuesto por aproximadamente 10 segundos de pausa.
A su vez, Miarka (2012) plantea que el tiempo del combate se distribuye entre 7 y 11 períodos de actividad que duran de 18 a 30 segundos, intercalados con períodos de pausa de 9 a 14 segundos.
En general, la relación Esfuerzo/Pausa reportada por Franchini et al., (2013) fue de 2:1 a 3:1, empleando de entre el 49% al 58% del período de actividad principalmente en la disputa del agarre, trabajo que ha demostrado ser metabólicamente muy exigente (Marcon, 2010; Miarka et al., 2012; y Carballeira Fernández, 2015).
Así, puede verse que el carácter intermitente que posee el Judo, le confiere periodos intermedios de trabajo que oscilan entre 15 y 30 segundos, intercalados con pausas de aproximadamente 10 segundos en competiciones individuales (Sikosrki, 1987; Gorostiaga, 1988; Castarlenas y Planas, 1997; Sterkowicz y Maslej, 1998; Bonitch, 2005; Franchini et al., 2005; y Hernández y Torres, 2007). Es importante remarcar que no es lo mismo competir en esta disciplina de manera individual que hacerlo por equipos. En una investigación realizada por Hernández y Torres (2009) se realizó una comparación estructural del combate de Judo en los dos tipos de competiciones (por equipos e individual) encontrándose diferencias estadísticamente significativas en la totalidad de las variables observadas, las cuales fueron:
El Tiempo Total del Combate (TT)
El Tiempo Total de Trabajo de Pie (TTP)
El Tiempo Total de Trabajo en el Suelo (TTS)
El Número Total de Esfuerzos (NTE)
El Número Total de Pausas (NTP)
El Número Total de Secuencias en el suelo (NTS)
El Tiempo Medio de Esfuerzo (TME)
El Tiempo Medio de Pausa (TMP)
El Tiempo Medio en el Suelo (TMS)
Tabla 1. Resultados del análisis de la estructura temporal del combate de judo.
Fuente: Hernández y Torres, 2009.
Los reportes de Hernández y Torres, (2009) muestran las siguientes diferencias:
En la competición por equipos, el análisis de la estructura temporal indicó que el tiempo total medio de los combates (TT) fue de 234,03±6,82s (~4 min), con una media de 8±,82 esfuerzos de 20,5±1,29s de duración de media, intercalados con pausas de 5,25±4,5s; marcando un tiempo total de trabajo de suelo de 44,43±1,19s (~18% del combate).
En la competición individual, los resultados de la estructura temporal indican un tiempo total de combate (TT) inferior al descrito anteriormente, de 162,01± 3,82s con una media de 6±2,82 números de esfuerzos de 16,35±4,96s intercalados con pausas de 10,25±2,06s cada una, y con un tiempo total medio de suelo por combate fue de 16±1,82s (~10% del combate).
De esta manera, los autores (Hernández y Torres, 2009) demuestran que en las competiciones individuales la ratio trabajo-pausa es más ajustada (16-10s) que en los eventos por equipos (20-5s), donde además se evidenció un mayor porcentaje de tiempo de trabajo de Judo en el suelo (8 s aproximadamente).
Por lo tanto, se recomienda tener en cuenta estos parámetros temporales a la hora de planificar los entrenamientos precompetitivos de los Judocas. 2. Antropometría Las evaluaciones antropométricas y fisiológicas se realizan para tener un apoyo al identificar a talentos deportivos, al evaluar y controlar las cargas de entrenamiento, para describir a los deportistas en diferentes momentos de la temporada y para mantener la motivación de los atletas (Kovacs, 2007).
Aunque contrario a lo expuesto por Kovacs (2007), Krustulovic et al. (2006) no lograron encontrar una correlación estadísticamente significativa al intentar relacionar los valores antropométricos de Judocas adolescentes (15–16 años) con el éxito deportivo en diferentes competiciones.
También, y aunque pudiera parecer obvio, debemos remarcar que en casi todos los deportes por categoría de peso, los valores de grasa en periodos de competición son menores que durante los periodos de descanso y precompetitivos (Ohta et al., 2002; Umeda et al., 2004; Franchini et al., 2007).
En un estudio realizado en el año 2003 por Degoutte et al., se aplicaron mediciones antropométricas a Judocas de nivel internacional que se encontraban en un periodo de mantenimiento de peso, allí pudieron observar porcentajes de masa grasa de 16%±1.8 y de masa libre de grasa de 62,9 ±3.8.
Por otro lado, en 1991 Callister et al., estudiaron una población de Judocas de nivel nacional y observaron que a medida que se incrementaba el peso de los deportistas por la división en la que combatían, el porcentaje de grasa corporal se elevaba (r = 0,64, 0,72), y lo mismo ocurría en las áreas de sección transversal de las fibras musculares tipo I (r = 0,55, =0,77) y Tipo IIA (r = 0.47, = 0,76).
Más recientemente, en el 2013 Rodríguez determinó el perfil antropométrico de Judocas elites y juveniles de la modalidad de combate, encontrando los siguientes resultados:
Tabla 2. Composición corporal. Promedio y Desviación Estándar en la rama masculina.
Fuente: Rodríguez, 2013.
Tabla 3. Composición corporal. Promedio y Desviación Estándar en la rama femenina.
Fuente: Rodríguez, 2013. Gráfica 1. Comparación de la composición corporal en ambos sexos.
Fuente: Adaptado de Rodríguez, 2013.
Puede verse que dentro de la rama varonil no existe mucha diferencia entre el porcentaje de masa muscular de la población juvenil frente a la élite, aunque si se evidencian diferencias sustanciales en la masa adiposa, por tal motivo, las orientaciones dentro del ámbito de la nutrición y la preparación física para este tipo de escenarios, es enfocarse sobre el logro de un mayor nivel deportivo aprovechando esa área de oportunidad. En cambio, en la rama femenil, no solo puede observarse esa diferencia considerable en el porcentaje de masa adiposa, sino que también es evidente la gran diferencia que existe en cuanto al porcentaje de masa muscular, dejando entrever que el trabajo del nutriólogo y del preparador físico deberá centrarse en ajustar el porcentaje de masa grasa y elevar el de masa muscular.
En una revisión realizada por Hernández y Torres (2007), se presentó una tabla con los diferentes datos del porcentaje de masa grasa hallado en Judocas de diferentes edades, género y niveles, mostrándose una gran variabilidad sobre el porcentaje de masa adiposa en los Judocas estudiados. Tabla 4. Revisión de artículos sobre porcentaje de masa grasa en Judocas.
Fuente: Hernández García y Torres Luque, 2007.
Para finalizar, podemos referenciar las conclusiones de Claessens et al. (1987), los cuales definen a los Judocas como deportistas sólidamente construidos, con un alto peso corporal en relación con su estatura. Además de establecer que la composición corporal de los Judocas se sitúa principalmente en la zona endomesomorfo de la somatocarta, coincidiendo con Carter (1990). 3. Parámetros energéticos En este deporte existe una prueba llamada Special Judo Fitness Test (SJFT), desarrollada en el año 1995 por Sterkowicz; dicha prueba fue creada para determinar la capacidad específica del desempeño físico-técnico de los Judocas. En el 2009, Franchini et al., evaluaron a catorce atletas de Judo mediante SJFT. La prueba comprendía tres periodos de actividades propias del Judo (A = 15 s, B y C = 30 s) intercaladas con intervalos de descanso de 10 s. Durante esta prueba, el atleta debía lanzar a otros dos compañeros utilizando la técnica de ippon-seoi-nage. En este test, se pretendió cuantificar los parámetros energéticos que contribuyeron en la producción de ATP mediante la absorción de oxígeno y los cambios en el lactato sanguíneo neto. Los resultados de este estudio comprobaron que el sistema energético fosfagénico presentó una mayor contribución (86,8 ± 23,6 kJ, 42,3 ± 5,9%) durante el ensayo, en comparación con el sistema oxidativo (57,1 ± 11,3 kJ, 28,2 ± 2,9%) y el glucolítico (58,9 ± 12,1 kJ, 29,5 ± 6,2%) (p <0,001 para ambas comparaciones). Este estudio comprobó que la mayor contribución fosfagénica aportada en este tipo de test, parece ser una consecuencia de los esfuerzos de alta intensidad realizados durante los ejercicios que el mismo propone, por su naturaleza intermitente. Por lo tanto, al utilizar el SJFT, los entrenadores deben saber que están evaluando principalmente el sistema fosfagénico de los Judocas debido a que este puede ser considerado como el sistema más determinante que contribuye a las acciones (técnicas) realizadas en un combate.
Gráfica 2. Porcentual de aporte por vía energética en el test SJFT.
Fuente: Adaptado de Franchini et al., 2009.
Para completar la información anterior, nos remitimos al estudio de Degoutte et al., (2003) donde los autores investigaron como evaluar las demandas energéticas ocasionadas durante un combate de Judo, así como la cinética de recuperación luego del evento. En esa ocasión, encontraron que la concentración plasmática de lactato pos combate alcanzó niveles pico de 12,3 (1,8) mmol/l. Además, pudieron observar un aumento en los niveles de marcadores extracelulares del catabolismo de Nucleótidos de Adenina muscular, urea y Creatinina a los tres minutos luego del combate, así como en los niveles de Triglicéridos, Glicerol y Ácidos Grasos Libres que habían aumentado significativamente (p <0,05). Además, los niveles de Ácido Úrico permanecieron sin cambios durante ese tiempo, aunque a posteriori encontraron altas concentraciones de Urea, las cuales persistieron durante las 24 horas post combate. En base a estos hallazgos se cree que un combate del Judo induce significativamente el metabolismo de las proteínas y de los lípidos.
En el mismo estudio antes mencionado, se controló el consumo de oxígeno durante los combates arrojando los siguientes resultados:
Tabla 5. VO2max, Frecuencia Cardiaca a VO2máx. (FC MAX), Frecuencia Cardíaca (HR) (latidos/min) en reposo y la media de la Frecuencia Cardíaca durante el combate de Judo de atletas masculinos (n = dieciséis).
Fuente: Adaptado de Degoutte et al., 2003.
En la Tabla anterior elaborada por Degoutte et al., (2003), se muestran algunas variables fisiológicas antes y después del combate, y dentro del período de recuperación. Con ello se pudo estimar que 50.1 kJ/h/kg de energía fueron gastados durante el entrenamiento de judo, y que los atletas que entrenaron activamente durante dos horas tendrían un valor promedio de 7.3 (0.5) MJ para el gasto diario de energía durante el entrenamiento (Pulkkinen, 2001). Siendo el gasto medio diario de energía de 13.9 (0.6) MJ.
A principios de los noventa, Callister et al., (1991) demostraron que, a medida que el peso de los peleadores se elevaba, el VO2max. de los competidores disminuía (r = -0,53 y -0,63 para varones y mujeres, respectivamente). Es así que el consumo máximo de oxígeno varía según la categoría de peso de los Judocas, y que los factores responsables del éxito deportivo pueden ser específicos para cada división de peso; y a su vez, tienen gran incidencia en el logro de la victoria según los procesos afrontados para dar el peso.
Los niveles plasmáticos de lactato encontrados unos 3 minutos después de un combate de Judo y una frecuencia cardiaca registrada, corresponden al 92% de la máxima. Estos son datos que permiten presumir que este deporte se desarrolla con un alto aporte de la vía glucolítica, aunque como también se observó un aumento significativo en los ácidos grasos libres plasmáticos, de glicerol y triglicéridos puede inferirse que la vía oxidativa mitocondrial también cumple un papel fundamental en el aporte energético para el desempeño de este deporte (Degoutte et al., 2003). 4. Parámetros morfofuncionales En cuanto a la fuerza isométrica máxima de agarre manual, los valores presentados por Judocas belgas de alto nivel (Claessens et al., 1987) fueron en la mano derecha unos 64,9 ± 8,9 kgf, y en la mano izquierda de unos 59,7 ± 8,8 kgf. Este dato es mayor que el presentado por Andreato en el 2013 con atletas de Jiu-Jitsu (mano derecha, antes del combate 45,9 ± 10,3 kgf, y después de la pelea 40,1 ± 9,5 kgf, y en la mano izquierda 44,2 ± 11,1 kgf antes del combate, y 37,0 ± 10,2 kgf después de la pelea). Según Andreato (2013), esta diferencia puede ser por el tipo de agarre adoptado en el judo, que exige un mayor mantenimiento de fuerza durante el combate, implicando así un mayor desarrollo de esa variable en el grupo de Judocas. Otro punto que puede justificar estas diferencias es el nivel competitivo de las poblaciones estudiadas, puesto que los atletas del estudio de Andreato (2013) no pertenecían a un grupo de proyección internacional como si fue el caso del grupo estudiado por Claessens et al. (1987). En una revisión realizada en el 2012 por Lenetsky et al., se pudo describir en una matriz los parámetros fisiológicos de varios deportistas Judocas:
Tabla 6. Características fisiológicas de atletas Judocas.
Fuente: Adaptado de Lenetsky et al., 2012.
5. Conclusiones
1. Según lo observado, se concluye que el Judo es un deporte que requiere de una alta capacidad adaptativa por parte de sus practicantes, para ajustarse rápidamente a las exigencias impuestas por sus adversarios. Esto exige en el deportista un desarrollo óptimo en su capacidad de aplicar fuerza por unidad de tiempo, en su flexibilidad específica, así como en la resistencia a la fuerza y en la agilidad para poder responder de inmediato a los cambios emergentes durante el combate. De acuerdo con los datos ofrecidos en la relación esfuerzo/pausa, se observa la importancia del sistema fosfagénico como factor determinante en la ejecución de las técnicas, aunque por el tiempo de mantenimiento de los esfuerzos y las concentraciones de lactato sanguíneo encontrado luego de las competencias, se puede inferir la importancia del sistema glucolítico y la predominancia del sistema oxidativo mitocondrial por la duración total del combate (~7 min.).
2. Respecto a los parámetros antropométricos se puede observar que los Judocas poseen un alto peso en relación con altura, percibiéndose una estructura sólida y compacta con un biotipo predominantemente endomesomórfico 3. Los parámetros energéticos demuestran una alta necesidad de potencia en la generación de energía vía mitocondrial y una óptima capacidad de amortiguación de la acidez del organismo. 4. Para finalizar, se vuelve notoria la necesidad de generar un alto nivel de fuerza en la prensión palmar, así como elevados niveles de potencia de contracción muscular tanto en las piernas como en los brazos, manteniendo la postura y transfiriendo la fuerza desde el suelo al oponente por medio de un core que ofrezca la estabilidad necesaria.
Texto extraído del libro "Entrenamiento para deportes de combate" de Rodrigo Merlo (2019).
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