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Las Artes Marciales Mixtas
Caracterización deportiva
Autor: Rodrigo Merlo
Revisando la bibliografía, nos podemos dar cuenta que no existe consenso sobre el origen de las Artes Marciales Mixtas, creemos que una de las causas de este hecho es que este deporte tiene una gran similitud con disciplinas tan antiguas como el Pancracio (708 A.C.) (Little, 2000). Además, lo que dificulta determinar el comienzo de este deporte (como ocurre con muchos otros), es que existen registros de competiciones similares que van transformándose, reaccionando a las demandas del entorno y es por ello que no se logra diferenciar en qué momento un deporte se fue transformando en otro (como la misma evolución biológica). A manera de ejemplo, podemos referirnos a múltiples eventos de deportes de combate llevados a cabo a comienzos del siglo XX en Europa, Brasil, Japón y Estados Unidos, donde los estilos de pelea eran muy similares a lo que hoy se conoce como MMA. Otro de los datos importantes sobre las Artes Marciales Mixtas es su objetivo de creación, se piensa que nace de los enfrentamientos entre escuelas de artes marciales, las cuales querían comprobar cuál era el mejor estilo de pelea sin armas (Plotz, 1997). Pero al pasar el tiempo, comenzaron a aparecer en los torneos peleadores que dominaban más de una forma de combate, lo que generó un cambio en el enfoque de los entrenamientos (McFarland, 2008). Así, los atletas comenzaron a fusionar las técnicas de diversas disciplinas para conseguir una ventaja deportiva. En la actualidad, la práctica de las Artes Marciales Mixtas ha adquirido forma propia, con combinaciones de golpes específicos, así como técnicas de combate que se crearon ajustadas al contexto de Lucha, como puede ser el uso de la jaula para salir de una situación crítica.
Imagen 1. Réplica de escultura romana de mármol de Pancracistas.
Definición
Desde la década de los 80 y 90´, las Artes marciales mixtas (MMA por sus siglas en inglés: mixed martial arts), es uno de los deportes de combate de más rápido crecimiento en el mundo. Para su práctica, los peleadores combinan las técnicas de Boxeo, Kickboxing, Muay Thai, Tae Kwon Do y de diversas disciplinas de agarre, tales como la Lucha grecorromana, la Lucha libre, el Judo y el Jiu-Jitsu Brasileño entre otras. Actualmente, este deporte se ha hecho muy popular por la liga de combate UFC, aunque existen otras organizaciones que le dan soporte en la formación y crecimiento de los peleadores. De tal manera que hoy en día, las Artes Marciales Mixtas son aceptadas como un deporte legítimo, y sus atletas son vistos como verdaderos profesionales (Bounty, Campbell, Galvan, Cooke and Antonio; 2011).
En este deporte, los competidores deben pelear en un octágono, rodeado por una jaula, con el objetivo de vencer a su oponente por sumisión, knock out o por puntos, efectuando golpes de puño, codazos, rodillazos y patadas, o aplicando llaves, palancas, estrangulaciones y derribes al adversario. El combate puede durar de 3 a 5 rounds, con un total de 5 minutos de actividad por 1 minuto de descanso entre cada round (Del Vecchio, Hirata, and Franchini, 2011). Relación esfuerzo/ pausa En el 2011, Del Vecchio et al., cuantificaron la relación Esfuerzo/Pausa (EP) en combates de artes marciales mixtas. Para ello, analizaron el comportamiento de 52 peleadores de esta disciplina, clasificando las acciones de esfuerzo desarrolladas de pie o en el suelo, e identificando así el número y tipo de acciones realizadas por rounds en los combates de Artes Marciales Mixtas. Allí, la relación Esfuerzo/Pausa encontrada por los autores fue de 1:2 a 1:4. Este rango de la ratio esfuerzo/pausa es similar a los encontrados en deportes de agarre como son el judo, o la Lucha libre (en su rango inferior 1:2), y a los de golpeo como el karate, y el Tae Kwon Do (en su rango superior 1:4), lo cual puede entenderse por ser un deporte que combina técnicas de suelo y de pie propias de esas disciplinas. Un dato relevante de este estudio es que la mayoría de los combates analizados culminaron en el tercer round, con acciones de alta intensidad, ejecutadas predominantemente durante el combate en el suelo.
Los resultados arrojados en la investigación de Del Vecchio et al. (2011) fueron los siguientes:
De un total de 26 peleas, la mitad (12) finalizaron con técnicas de suelo de alta intensidad, las acciones que le siguen en cuanto a definición del combate son las de pie de alta intensidad con un 26.9% y luego las de baja intensidad con un 11.5%.
Para el estudio se consideraron las siguientes variables relacionadas con el tiempo:
1. Duración Total de la Pelea, 2. Tiempo de Pausa entre cada Round, 3. Combate de Alta Intensidad de Pie, 4. Combate de Baja Intensidad de Pie, 5. Combate de Alta Intensidad de Suelo, y 6. Combate de Baja Intensidad de Suelo.
Los resultados del tiempo para cada tipo de acciones se reflejan en la tabla 48.
Tabla 1. Tiempo registrado por cada tipo de acciones en los rounds de MMA.
Nota: Valores en segundos expresados en Media, Desvíos Estándar (DS) y Rangos. CAIP: Combate de Alta Intensidad de Pie, CBIP: Combate de Baja Intensidad de Pie, CAIS: Combate de Alta Intensidad de Suelo, CBIS: Combate de Baja Intensidad de Suelo. Fuente: Adaptado de Del Vecchio et al., 2011.
Además de registrar el tiempo en el que se dieron las acciones sobre el octágono, se contabilizaron la cantidad de gestos motores, reflejándose los siguientes datos. Tabla 2. Número y tipo de acciones por rounds de MMA.
Nota: Valores de acciones expresadas en Media, Desvíos Estándar (DS) y Rangos. CAIP: Combate de Alta Intensidad de Pie, CBIP: Combate de Baja Intensidad de Pie, CAIS: Combate de Alta Intensidad de Suelo, CBIS: Combate de Baja Intensidad de Suelo. Fuente: Adaptado de Del Vecchio et al., 2011.
A partir de lo observado, los autores pudieron concluir que los combates de Artes Marciales Mixtas tienen un comportamiento de características intermitentes y que sus acciones de alta intensidad pueden durar de 6 a 14 segundos, seguidas de los esfuerzos de baja intensidad y la interrupción del combate que duran unos 46 a 62 segundos.
Además, se registró que, durante los períodos de actividad, normalmente se dan 3 o 4 secuencias de acciones de combate de alta intensidad (de 6 a 9 segundos), 4 o 5 secuencias de acciones de combate de baja intensidad (de 15 a 18 segundos), 3 secuencias de trabajo de base de alta intensidad (que duran de 8 a 14 segundos) y de 2 a 5 secuencias de trabajo de base de baja intensidad (con una duración de 21 a 36 segundos).
Es así que la relación esfuerzo/pausa de estos combates fue de 9: 1 a 6: 1, lo cual fue similar al Judo (Marcon, Franchini, Jardim y Barros Neto, 2010; Franchini, Del Vecchio, Matsushigue y Artioli, 2011) y a la Lucha (Nilsson, et al., 2002) donde se han informado normalmente relaciones de esfuerzo-pausa de 3: 1 (Del Vecchio et al., 2011). Aunque este dato debe ser tomado con cautela puesto que el 50 por ciento de las peleas registradas en el estudio finalizaron con actividades en el suelo de alta intensidad, y es por ello que hay que exponer aquí que si los combates se dan mayormente de pie, la relación esfuerzo pausa se aproximará más a los deportes de golpeo.
Antropometría
En el 2016, evaluamos a tres peleadores que combatirían en la liga UFC, y con el objeto de estimar su composición corporal realizamos una evaluación antropométrica de 5 pliegues. Con ello pudimos calcular el porcentaje promedio de masa grasa que tenían los peleadores (10,5±1,8%), así como su promedio de masa muscular (50±2,3%).
Unos años antes, durante el 2010, Schick et al., realizaron una comparación entre algunas variables de capacidad física y antropométricas donde puede observarse que los deportistas evaluados que practican Artes Marciales Mixtas poseen un porcentaje de masa grasa de unos 11,7±4,0 DS 9,0-14,4, y pudieron ver que ese dato era muy similar al de los deportistas practicantes de Judo que poseían un porcentaje de masa grasa de 11,4±8,4% DS 3,6-19,1. Por otro lado, Schick et al. (2010), comentan que según los datos obtenidos en deportistas de Lucha, el porcentaje de masa grasa de esta población es significativamente menor al de los peleadores de artes marciales mixtas (Lucha: 7,6±3,4% DS 4,6-10,5 VS MMA: 11,7±4,0 DS 9,0-14,4) y relativamente más alta que el porcentaje de grasa que se observó en los deportistas de Kung Fu (9,5±6,3 DS 5,0-13,9).
Tabla 3. Porcentaje de masa grasa en peleadores de distintos deportes de combate.
Fuente: Adaptado de Schick et al., 2010.
Parámetros energéticos
En el mismo estudio precitado Schick et al. (2010), evaluaron el VO2max. de un grupo de peleadores de MMA y encontraron un promedio de consumo máximo de oxígeno de 55,5 ± 7,3 DS 50,6-60,4 ml/kg/min. Este dato fue mayor al registrado por nosotros en peleadores mexicanos de UFC (2016), quienes presentaron un VO2max. de 49,8 ± 2,1 ml/kg/min y un umbral de lactato en 12 ± 2 Km/hs. Aunque es importante considerar que la evaluación realizada por nosotros en el 2016, fue desarrollada en la ciudad de México, la cual se encuentra a una altura de 2250 metros por sobre el nivel medio del mar, aspecto que pudo incidir en el máximo consumo de oxígeno registrado, y aunque los peleadores evaluados eran nativos de la zona, la presión parcial de gases es menor, lo que conlleva a un menor aprovechamiento del oxígeno comparado con el de las zonas cercanas al mar.
En cuanto al metabolismo glucolítico, puede considerarse que es de gran importancia en este deporte, puesto que la concentración de lactatosanguíneo reportada por Coswig (2016) en deportistas de MMA luego de participar en combates profesionales fue de 15,6 ± 4,8 a 2,9 ± 3,5 mmol·dl.
En el 2008, Amtmann et al. midieron la concentración de lactato sanguíneo luego de los entrenamientos y combates de MMA; allí las medidas de lactato en entrenamiento variaron de 8,1 a 19,7 mmol.L-1 y post combate se encontraron entre 10,2 a 20,7 mmol·L-1, estos datos hacen ver la importancia del entrenamiento centrado en el desarrollo del aporte energético vía glucólisis rápida y lenta.
Tabla 4. Lactato y percepción subjetiva del esfuerzo en trabajos de Artes Marciales Mixtas (MMA).
Fuente: Adaptado de Amtmann, 2003.
Parámetros morfofuncionales
En un estudio realizado por Ferreira Marinho, (2011) en una población de 13 peleadores profesionales de MMA, se registraron varios parámetros funcionales del rendimiento físico y la composición corporal de los deportistas, allí pudo observarse que el porcentaje de grasa corporal reportada fue de 11.87 ± 5.11%; la flexibilidad medida a través del Flexitest mostró una puntuación de 18.38 ± 4.07; la evaluación de resistencia abdominal expresó 43 ± 11 repeticiones; el test de flexiones de brazos ofreció un promedio de 41 ± 9 repeticiones; la potencia del tren inferior se estimó mediante el test detente horizontal en donde los peleadores promediaron los 2.19 ± 0.25 metros; la fuerza resistencia en tren superior se valoró por medio del test de flexión de brazos en suspensión en barra, donde el promedio de tiempo para esta prueba fue de 34 ± 11 segundos, la fuerza máxima maximorum se evaluó mediante la aplicación de 1RM en press de banca y el valor promedio hallado fue de 76 ± 23 kg; y para finalizar la fuerza máxima maximorum ofrecida por la extensión de piernas se cuantificó por medio de 1RM en sentadilla observándose un valor promedio de 73 ± 15.
Tabla 5. Condición física de los atletas de Artes Marciales Mixtas (n: 13).
Fuente: Adaptado de Ferreira Marinho, 2011.
Conclusiones
Respecto al análisis temporal de las Artes Marciales Mixtas, podemos comprender que en aquellos peleadores que son propensos a combatir mayoritariamente en el suelo, la relación esfuerzo/pausa será tendiente a 1:2, como es el caso del Judo, la Lucha y el Jiu Jitsu, y que cuando el atleta combata predominantemente de pie, las exigencias del encuentro presentarán una relación esfuerzo pausa cercana a 1:4. Por tal motivo, las cargas del entrenamiento deberán ser orientadas tomando en consideración esta relación entre el tiempo de esfuerzo y el de pausa presentados en los combates de pie y en el suelo. E incluso se puede orientar el entrenamiento considerando estas particularidades e intercalar los esfuerzos de suelo y de pie con estos parámetros de trabajo/descanso.
Siendo que en la etapa de preparación específica no se procura desarrollar las vías metabólicas, sino más bien utilizarlas de manera integral en acciones propias del deporte, y considerando que los momentos de trabajos de alta y baja intensidad son en promedio de 10 segundos por 50, en las semanas previas a la competencia se pueden proponer estímulos por circuitos, con estaciones de trabajos de alta intensidad de 10 segundos, intercalados con estaciones de baja intensidad de 50 segundos (todos con gestos específicos de alta y baja intensidad típicos observados en los combates de MMA), repitiendo estos estímulos 5 veces para que conformen un tiempo total de 300 segundos como es la duración de un round de MMA.
Tabla 6. Propuesta de trabajo intervalado para etapa específica.
Fuente: Elaboración propia.
3. La propuesta anterior se puede ajustar al estilo de pelea del atleta, siendo que de variar su forma de combate, se puede incrementar el tiempo de esfuerzo sobre el de pausa como sucede con los peleadores de suelo, o disminuyéndolo como en los de pie, sería adecuado también armar circuitos específicos que consideren su estilo de combate y que se ajuste a las necesidades del deportista. Así, en un luchador las estaciones de estímulos de alta intensidad pueden ser más prolongadas y las de baja intensidad más breves con gestos propios de la Lucha en el suelo. Aunque en los peleadores de pie esto debe revertirse.Tabla 7. Propuesta de trabajo intervalado para etapa específica en lucha de suelo.
Fuente: Elaboración propia.
Tabla 7. Propuesta de trabajo intervalado para etapa específica en lucha de pie.
Fuente: Elaboración propia.
4. Considerando los datos antropométricos registrados y como en los demás deportes en los que se combate por categoría de peso, mantener unos niveles bajos de masa grasa (~10%) y óptimos niveles de masa muscular (~50%) es necesario para lograr el mayor aprovechamiento de la relación altura/peso.
5. De acuerdo con los reportes del VO2max. registrados por los peleadores de MMA (~52,65ml/kg/min) y a los niveles de lactato en sangre durante los entrenamientos y post competencia (8,1 a 19,7 mmol.L-1 y 10,2 a 20,7 mmol·L-1 respectivamente), creemos sumamente necesario enfocar la preparación en el desarrollo de la potencia de producción de ATP vía fosforilación oxidativa y glucólisis rápida, lo cual generará los mecanismos necesarios para la amortiguación de la acidez y la reutilización del lactato.
6. Para finalizar, respecto a los parámetros morfofuncionales, concluimos que la fuerza variará de forma significativa según el tipo de estilo de combate, generando mayores niveles en los peleadores de suelo que apliquen llaves, aunque con una menor aceleración de las masas. En cambio, con los peleadores de pie, quizás la fuerza máxima no llegue a ser tan elevada, pero los niveles de potencia muscular pueden verse más favorecidos, debido a la necesidad de aplicar grandes cantidades de fuerza en breves periodos de tiempo como ocurre en los golpes.
Texto extraído del libro "Entrenamiento para deportes de combate" de Rodrigo Merlo (2019).
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