Creemos importante iniciar este capítulo marcando un posicionamiento teórico sobre los conceptos que conformarán este apartado, por tanto, comenzaremos diciendo que la medicina es la ciencia dedicada al estudio de la vida, la salud, las enfermedades y la muerte del ser humano, e implica ejercer tal conocimiento técnico para el mantenimiento y recuperación de la salud, aplicándolo al diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades. Además, la medicina forma parte de las denominadas ciencias de la salud.
Por otro lado, entendemos que un médico es un profesional de la salud que deberá tener la capacidad de comprender, enfrentar y manejar con efectividad y sentido bioético situaciones de salud y enfermedades a nivel individual, familiar y colectivo. Con respecto a la medicina preventiva, podemos decir que es la especialidad médica encargada de aplicar, fomentar e investigar actividades y políticas de promoción y protección de la salud; además de la vigilancia de la salud de la población, de la identificación de sus necesidades sanitarias y de la planificación, gestión y evaluación de los servicios sanitarios. Su objetivo es reducir la probabilidad de la aparición de la enfermedad, o impedir o controlar su progresión (ORDEN SCO, 2005).
De las definiciones previas sobre las que partimos, esperamos poder incursionar en el objetivo de entender la aplicación de la medicina sobre los deportes de combate.
En la actualidad existen posturas antitéticas con respecto a la práctica de los deportes de combate. En congresos y revistas científicas, suelen presentarse diversas estadísticas y manifestaciones por médicos u organismos nacionales e internacionales, en donde de manera injusta son satanizadas estas prácticas, como por ejemplo ocurre con el posicionamiento de la WMA (World Medical Association) quienes los declaran deportes peligrosos y recomiendan su prohibición. Pero en vez de negar la realidad que se refleja en los gustos culturales de la población, creemos que sería oportuno colaborar con medidas específicas, para transformar su práctica y volverla cada vez menos peligrosa. Por lo que proponemos las siguientes actividades que creemos que de ser adoptadas por las asociaciones, federaciones u organismos que regulan los deportes de combate, podrían contribuir a disminuir sustancialmente los accidentes dentro de los escenarios competitivos y en los centros de entrenamiento.
Actividades para Disminuir la Peligrosidad de los Deportes de Combate
Solicitar a las asociaciones médicas nacionales que establezcan en sus países un “Registro Nacional de peleadores” que comprenda a todos los participantes, tanto profesionales como aficionados, incluidos los sparrings participantes en los entrenamientos.
Las funciones propuestas para este registro serían llevar una relación de los resultados de todos los encuentros autorizados, incluidos los knockouts técnicos, knockouts efectivos y otras lesiones producidas por la competencia, y reunir datos sobre los triunfos y derrotas de cada peleador, asícomo de las lesiones que puedan haber recibido. Con todo esto, se podrá contar con una base de datos sobre la cual se pueda contrastar las situaciones de los peleadores y nos permitirá tomar decisiones racionales con base en datos reales del campo deportivo.
Pedir a las asociaciones médicas nacionales que preparen y realicen conferencias con miembros interesados de la profesión médica, representantes médicos de diversas comisiones de asociaciones de deportes de combate, tanto profesional como amateur para revisar los requisitos para el examen físico de los peleadores, a fin de determinar otras medidas médicas necesarias para prevenir lesiones cerebrales en estos deportes y para establecer criterios científicos para la suspensión de un encuentro por razones médicas.
Recomendar a todas las autoridades de los deportes de combate que se autorice a todo médico de turno en el evento a detener cualquier encuentro, en cualquier momento, a efecto de examinar a un peleador, y cuando sea necesario, poder dictaminar el final de una pelea que en su opinión pueda resultar en lesiones graves para cualquiera de los dos contrincantes.
Instar a las autoridades que dirigen cada deporte de combate a nivel nacional e internacional a que organicen seminarios frecuentes de formación médica para todo el personal que se desempeñe en las competencias deportivas.
Exhortar a las autoridades de cada deporte de combate a que no se permita ningún encuentro aficionado o profesional, a menos que:
Se realice en un área que disponga de equipamiento neuroquirúrgico adecuado y disponible de inmediato para aplicar un tratamiento especializado de emergencia a un peleador lesionado;
Se tenga disponible al lado de la zona de combate un reanimador portátil con equipo de oxígeno y tubos endotraqueales apropiados, y
Que se tenga listo un plan adecuado de evacuación para trasladar al hospital a un peleador gravemente lesionado.
Informar a las autoridades del deporte, que los enfrentamientos en los deportes de combate no supervisados por los médicos, son extremadamente peligrosos y pueden ocasionar lesiones graves o la muerte de los contrincantes y, por lo tanto, deben ser prohibidas.
Exhortar a todas las autoridades de los deportes de combate a que exijan el uso de equipo de seguridad, y que fomenten a su continuo perfeccionamiento.
Instar a las autoridades de los deportes de combate a que extiendan todas estas medidas de seguridad a los deportistas en entrenamientos de combate.
Solicitar a todas las autoridades de los deportes de combate a que mejoren, regularicen y hagan cumplir estrictamente el control médico de lospeleadores.
El médico que ejerce su profesión en un combate deportivo tiene la responsabilidad profesional de proteger la salud y seguridad de los peleadores. Para esto, el médico debe recibir una formación especializada en evaluación del atleta, en especial sobre las lesiones cerebrales traumáticas. La opinión del facultativo debe estar basada sólo en consideraciones médicas y se le debe permitir detener cualquier combate en curso para examinar a un peleador y finalizar el mismo si éste puede resultar con lesiones graves, según la opinión del médico.
La American Academy of Pediatricians (Academia Americana de Pediatría) declaró que, los niños y los adolescentes no deben participar en combates de Boxeo, ya que este es un deporte que los pone en riesgo de sufrir lesiones cerebrales y lesiones en el rostro. Según la academia, ni siquiera los cascos ni todo el equipo de protección que utilizan en este deporte, puede brindarles el resguardo adecuado contra las contusiones. Creemos que esta observación es válida y debe hacerse extensiva a todos los deportes de combate que tengan estas características, donde se ejecuten impactos a la zona del cráneo de los niños. Aunque también sabemos que la práctica deportiva puede realizarse de diversas maneras, y es por ello que si se toman las medidas necesarias, la práctica del Boxeo y de cualquier otro deporte de combate no tiene porque generar lesiones en los niños y adolescentes. Además, pensamos que algunas medidas a tomar en el ámbito de los deportes de combate que inhibirían esta realidad podrían ser utilizar guantes extremadamente grandes, que aminoren la fuerza de impacto y que absorban casi todas las ondas de choque. También, puede prohibirse en estas edades que se lancen golpes al cráneo, y que se “juegue” a tocar el hombro del compañero como una especie de práctica simulada.
Por lo que pensamos que lo más adecuado al momento de marcar un posicionamiento institucional sobre algún área específica dentro de la cuál no se tenga vivencias ni un alto grado de expertís, sería consultar con los especialistas de la disciplina sobre la que se pretende emitir la opinión y construir el posicionamiento institucional en conjunto con ellos para que la postura tenga una fuente de información más confiable.
Sobre la posible peligrosidad de la práctica boxística a tempranas edades existen serios enfrentamientos, sobre todo entre los médicos generales y los especialistas del deporte. Sobre este hecho podemos ver que según la USA Boxing’s Medical Commission (Comisión Médica de Boxeo de EE. UU.), los profesionales del Boxeo que dan clases a los niños toman todas las precauciones necesarias para protegerlos cuando suben al cuadrilátero. Por otra parte, queremos remarcar que la organización también señala que el Boxeo proporciona a los niños la oportunidad de hacer ejercicio y tomar parte en una actividad con los demás. La organización añade también que, en particular, los niños y adolescentes en situación de riesgo pueden beneficiarse de la disciplina y la convivencia que ofrece el Boxeo. Y particularmente creemos que esta situación se puede generar en todos los deportes de combate.
Es necesario remarcar, que comparativamente con otros deportes, en las disciplinas de contacto sus practicantes sufren menos lesiones e incluso la mortalidad a nivel mundial está muy por debajo de los estándares, de tal suerte que la comunidad europea no los considera dentro de las 10 actividades deportivas más mortales.
Sobre lo dicho anteriormente, podemos exponer estadísticas que muestran que aproximadamente cada 21 segundos, alguien en EE. UU. sufre una lesión cerebral grave. Dentro del campo deportivo, se puede citar una investigación, donde a algunos jugadores de Hockey sobre hielo de la Universidad de Boston, se le sometió a un estudio de Encefalopatía Traumática, realizaron la investigación y encontraron que aquellos jugadores activos sufrieron entre seis y siete episodios de trauma craneal. ¿Pero qué tanto salieron afectados de cada evento los jugadores? Debemos decir que los resultados después de cada juego salieron bien. Pero al cabo de los años no podemos saber como se encuentra el estado de salud de esos deportistas. La pregunta sería, ¿Quién en estos momentos, se pronunciaría para evitar este tipo de deporte? Sabiendo que cada jugador está expuesto a sufrir una conmoción cerebral cada vez que compite. Pero en este caso, es de remarcar que para evitar lesiones irreversibles, en las universidades norteamericanas, los departamentos atléticos y los servicios médicos están haciendo los controles adecuados, tratando de disminuir los golpes en la cabeza y los traumas que se llevan este tipo de jugadores. Por lo que con base en lo que ocurre en estos otros deportes, creemos que sería adecuado seguir sus pasos y realizar los mismos estudios que ayuden a evitar consecuencias serias en la salud de los peleadores.
Debemos decir, que, en México dentro de los deportes de combate, casi no se aplican estos controles ni se realizan los estudios adecuados clínicos ni radiográficos y menos de especialidad. Lo correcto ante estas circunstancias, sería poner el énfasis en concientizar a los peleadores y entrenadores, de que cada vez que participen en competencias de contacto, lo hagan en forma cuidadosa y que revisen con prudencia las acciones que ejecutan.
Ya sea en los deportes de combate, en el Fútbol Americano, o en el Hockey, pensamos que si se les enseña a los niños y a los jóvenes a respetar las reglas, a manejar los fundamentos técnicos, a cumplir con la filosofía del deporte, y a adquirir los buenos hábitos de la práctica deportiva, podrían con ello mejorar su desempeño y realizar las competencias de manera más conveniente para golpear adecuadamente, defenderse con destreza, atacar en el momento justo, etc., lo que disminuiría sustancialmente las posibilidades de salir lesionados. Por supuesto que aun así podría acontecer algún trauma, pero seguramente no serán ni los más graves, ni se darán en la misma frecuencia que como se están dando actualmente. Este tipo de acciones preventivas, tienen un gran impacto sobre todo ahora, que las protecciones son más eficaces, las reglas mejor establecidas, las velocidades más aceleradas en el juego, y los choques son menos frecuentes, llevando a las competencias a un perfil de enfrentamiento más táctico. Con el tiempo, si la educación es la adecuada, cada atleta, aprenderá a que tendrá que jugar más limpio, y ser más honesto. Solo entonces podremos concentrarnos en el juego, en la lucha, y en el enfrentamiento, sin temor a las consecuencias que conlleva la falta de control y cuidados en este tipo de deportes.
Investigando la peligrosidad real que representa la práctica de un deporte de combate como puede ser el Boxeo, decidimos contrastar los decesos reportados en combates y los comparamos con otras causas de muerte frecuente como pueden ser los accidentes automovilísticos por ingesta de alcohol. La búsqueda se acotó al periodo comprendido por los años 2006 al 2011, y debemos decir que las muertes registradas en los combates de Boxeo fueron de 6 a 8 pugilistas fallecidos por año a nivel mundial. Si comparamos los decesos del Boxeo con los datos de muertes por accidentes automovilísticos solo en México, vemos que son de 24 a 27 mil muertes por año, según las fuentes encontradas, las cuales son provocadas en un 85% de ellas por ingesta irresponsable de alcohol. En esta comparativa podemos ver que las muertes ocurridas en los eventos de Boxeo en todo el mundo representan un 0.006% con respecto a las ocurridas por los accidentes automovilísticos solo en México. También debemos remarcar que, de esa cantidad de sujetos fallecidos en los eventos de Boxeo a nivel mundial, suelen ser casos en donde las autoridades no toman los debidos cuidados en las revisiones médicas y en los estudios pertinentes para asegurar la práctica responsable de este deporte. Además, como ya lo hemos mencionado antes, este deporte como muchas otras disciplinas de combate, tienen un gran impacto en el entramado social, debido a los grandes beneficios que ofrece mediante los procesos de identificación personal, contención social, y sentido de pertenencia grupal entre otros.
Cabe mencionar que actualmente en el mundo, mueren muchos jóvenes por causa del consumo de drogas, de la delincuencia y el alcohol entre otros vicios, y que los deportes de combate bien pueden colaborar en atenuar estas conductas. También debemos decir que hasta el momento no hay reportes oficiales que hablen de un niño o adolescente mexicano que haya muerto a consecuencia de los golpes recibidos en una pelea arriba de un cuadrilátero, en forma oficial. Pero, por el contrario, el contraste que puede observarse en escenarios no deportivos es alarmante, pues actualmente sabemos que muchos jóvenes mueren a causa de golpes recibidos en peleas callejeras o que son víctimas de agresiones recibidas por pandillas; siendo esto otro un aspecto regular de la violencia nacional y mundial. Pero por peleas sobre un ring, con guantes, bajo supervisión médica, en tres rounds que duran tres minutos cada uno, por uno de descanso, todavía no se ha registrado ninguna muerte; y deseamos que nunca suceda.
El médico que se desempeñe en los eventos de combate, debe ser el especialista que preferentemente posea los conocimientos específicos de las ciencias médicas en relación con las ciencias del ejercicio físico. El campo de acción de la especialidad hay que considerarlo con la actividad educativo-deportiva que se realiza durante el período escolar y en la actividad deportiva.
Desde la medicina preventiva, dentro de los deportes de combate es importante realizar algunos estudios que marcarán la posibilidad de poder o no participar en competencias.
Por tanto, consideramos fundamental tomar las siguientes evaluaciones, las cuales se proponen en orden de relevancia:
Definir en base científica el rango de peso adecuado para la participación del atleta en las competencias, considerando los diversos métodos de evaluación que determinan la composición corporal y ofrecen así un entendimiento sobre el peso ideal de combate, conociendo los porcentajes de masa adiposa y muscular del peleador. Entonces, el hecho de realizar una antropometría o bioimpedancia electrónica ofrecerá el conocimiento necesario para poder definir en qué división de peso es conveniente competir, considerando además antecedentes familiares heredados.
Realizar una Ortopantomiografía que permita conocer la alineación e implante de los terceros molares, los cuales al recibir impactos elevados pueden ser causantes de la fractura del maxilar inferior, lo cual puede a partir de esta lesión impedir la continuidad de la práctica deportiva.
Realizar una valoración Oftalmológica con pupila dilatada, con el objetivo de revisar la estructura de la retina y las variables anatómicas que pudiera presentar esta estructura ocular. A partir de esta prueba, se podrá constatar la posibilidad de continuar con la práctica de los deportes de combate.
Realizar preferentemente una Resonancia Magnética de Cráneo buscando anormalidades congénitas que con la práctica de los deportes de combate pudieran desencadenar en alteraciones cerebro vasculares. Esta prueba se ejecuta debido a que la presencia de algún aneurisma congénito puede a partir de algunos procesos de entrenamiento generar la ruptura espontánea, produciendo un Accidente Cerebro Vascular (ACV) que ponga en riesgo la vida del deportista.
Realizar los análisis bioquímicos e infectocontagiosos que garanticen un buen rendimiento físico-atlético. En este punto, cualquier anormalidadque pueda ser detectada y corregida es importante tratarla de manera temprana.
Evidentemente la participación del médico como parte de un equipo interdisciplinario que conozca la estadística y las características que debe de tener un peleador, es relevante e importante para preservar la salud e integridad del atleta.
El trabajo del médico en los deportes de combate debe ser siempre acompañado de un equipo interdisciplinario, integrado por especialistas en las áreas de nutrición deportiva, de psicología aplicada a deportes de combate y de preparación física con amplia experiencia en acondicionamiento físico de deportes acíclicos, y por supuesto de un entrenador técnico, que le permita aprender lo básico del deporte. Con esta visión sistémica comprendemos que se debe partir desde los recursos propios del participante para el desarrollo de un verdadero campeón.
Manejo de Heridas de Combate
Traspasando la barrera preventiva y selectiva del peleador, el médico que se desempeñe en estos deportes, deberá sustentar conocimientos en el manejo de heridas, reforzando sus saberes anatómicos y fisiológicos para poder apoyar el buen desempeño del deportista en el proceso de manejo de lesiones y heridas. Para cumplir las funciones médicas en las peleas y entrenamientos de deportes de combate, es básico conocer las características de la piel y la anatomía del macizo facial para determinar la gravedad o no de alguna lesión ocurrida por los golpes. En este punto, cabe destacar que en la experiencia del manejo de una herida puede estar el futuro de la carrera de un peleador, pues en el medio es sabido que muchos proyectos se han terminado por las frecuentes lesiones en el rostro que llegan a sufrir los deportistas, las cuales fueron atendidas de manera inadecuada, muchas veces por la inexperiencia de un manager que alejado de los principios éticos cree tener la capacidad de solucionar a la vieja usanza el problema, sin consultar con un médico facultado.
Para la atención médica correcta de las lesiones sufridas sobre el ring, octágono, tatami, etc., el profesional de la salud debe estar entrenado para resolver las situaciones típicas que se presentan durante los eventos en cada tipo de deportes de combate, puesto que no son las mismas, las lesiones que ocurren en un deporte de agarre como puede ser la Lucha Grecorromana, que en un encuentro de Muay Thai. Por lo antes dicho, es necesario que los médicos que vayan a desempeñarse en eventos de combate, no solo se documenten sobre las lesiones más frecuentes que se dan en cada deporte de combate, sino que además tengan una vasta experiencia en el tratamiento de este tipo de lesiones.
En el caso de no contar aun con la experiencia necesaria para dar atención especializada en cortes faciales, al menos a de tenerse la capacidad ética para recomendar algún especialista en cirugía reconstructiva que ofrezca mejores resultados en beneficio directo del peleador.
El médico que decida participar como asesor de salud, y que acompañe al equipo de un deportista deberá de tener la vocación de servicionecesaria y la capacidad de interacción no solo con el equipo interdisciplinario sino con las familias de estos, formando alrededor del peleador un núcleo paralelo que le brinde la confianza y seguridad necesaria para expresar libremente sus inquietudes dentro del área médica.
El Médico y su Trabajo Preventivo en los Deportes de Combate
Podemos en este renglón proponer la forma de dividir el trabajo del médico dentro de los deportes de combate, ya sea dentro del ámbito profesional, como dentro del campo amateur, independientemente de las características y funciones descritas previamente, debemos de concentrar nuestra atención en tres etapas, a saber:
Trabajo antes de un evento competitivo La labor de un médico en estos momentos se torna sumamente importante, puesto que es la máxima autoridad para habilitar o no a combatir a los deportistas, pues a través de su opinión profesional deberá brindar a los organismos que regulan el deporte, la seguridad y certeza de que quienes participan en los eventos de combate se encuentran dentro de los parámetros de salud permitidos. En este punto, el trabajo de un médico es tan importante, como la vida misma del atleta, pues previo a una función tiene como principal responsabilidad, la vigilancia de su salud, pudiendo dividir esta actividad en dos momentos:
Actividades rutinarias de control Es decir, valoración y emisión permanente de permisos para competir, considerando siempre y de manera indispensable el contrato para saber en que división de peso participará el peleador, la revisión y la autorización de salir a pelear fuera de la ciudad deberá contemplar el peso en el que el atleta combatirá y que tan alejado de esa categoría se encuentra el deportista, pudiendo ser aceptado el combate si el sujeto estuviera a no más de un 3% de su peso corporal en un plazo de 48 horas antes de la competencia, aunque este porcentaje puede aumentarse dependiendo el tiempo previo a la pelea, hasta un 5% a unos 14 días antes del evento como máximo, de lo contrario se recomienda al médico no autorizar la salida médica del deportista, considerando que el peleador deberá ser sometido a un proceso grave de deshidratación, poniendo en riesgo su salud, e incluso su vida.
Actividades durante el combate
De las actividades de rutina podemos destacar las siguientes como las más importantes.
Examinar a un peleador en su ciudad cuando este vaya a participar fuera de su localidad, emitiendo un certificado de salud en donde se establece que el portador se encuentra en condiciones de salud adecuada.
Verificar y conocer la tabla de pesos para saber si el deportista se encuentra en ese momento en los límites de la división en la que va a participar, puesto que en muchas ocasiones llegan los peleadores al lugar donde se desarrollará el evento deportivo con niveles de sobrepeso que no les permitirá competir adecuadamente, generando con esto prácticas inhumanas que fuerzan al atleta a dar un peso para el cuál no está preparado, provocando así grandes posibilidades de salir lesionado o incluso perecer sobre el escenario competitivo.
Si existiera alguna duda sobre el estado de salud del deportista, se debe solicitar una interconsulta con algún especialista del área donde se posee la sospecha de que algo no está bien. Esto se realiza con el fin de obtener una opinión profesional, que le permita al médico responsable emitir el certificado de salud, que habilite al deportista a participar en el encuentro competitivo.
Actividades del médico durante un evento competitivo Las actividades a desarrollar por un médico durante un evento deportivo de combate pueden subdividirse en 3 etapas: Gráfica 1. Etapas de la actividad médica en los eventos de deportes de combate.
Fuente: Elaboración propia.
Antes de la función
El médico deberá de realizar una revisión clínica completa de los participantes comprobando además de los signos vitales, la función neuronal del deportista a través de una valoración neurológica básica que le permita conocer el estado de salud del participante. Por otro lado, se debe revisar la anatomía de sus manos, y verificar que no existan lesiones previas.
En el caso de las participantes de sexo femenino, se debe comprobar que no estén embarazadas, a través de un certificado de no embarazo en sangre, que deberá de presentar la atleta y de ser posible realizar un análisis de orina que permita corroborar el resultado previo.
El resultado de la exploración y revisión de los peleadores deberá darse a conocer al responsable de la ceremonia de verificación de pesaje oficial, para que a su vez lo haga del conocimiento de los promotores en caso de existir algún hallazgo que pueda corregirse, o de lo contrario deberá comunicarse la no autorización para participar en el encuentro, si este se halla como no apto médicamente. El trabajo del médico en esta etapa deberá realizarse con la tranquilidad y tiempo necesarios para cumplir correctamente su función, puesto que una vez que se dictamina el estado de salud del atleta, el resto del proceso del evento competitivo depende de ello.
Para un profesional que se dedique a revisar el estado de salud de peleadores para dar el apto médico, es de suma importancia conocer las posibles causas que le pueden impedir a un deportista competir, y es por lo que a continuación presentaremos las situaciones que ameritan detener la realización de un combate:
Infecciones agudas o crónicas
Discrasias sanguíneas severas
La enfermedad de células falciformes o rasgo
Historia de hepatitis B, hepatitis C o la infección por VIH
Cirugía refractiva intraocular, cataratas o desprendimiento de retina
Miopía de -3,50
Agudeza visual: Grabado en cada ojo de: sin corregir peor que 20/200 corregida peor que 20/60
Lesiones cutáneas infectadas abiertas o expuestas
Cardiovascular congénita o adquirida significativo y sistema pulmonar con anormalidades
Deficiencias musculoesqueléticas congénitas o adquiridas significativas
Síntomas post-conmoción cerebral sin resolver, que necesitarán la autorización de un neurólogo
Trastornos psiquiátricos significativos o abuso de drogas
Lesiones significativas congénitas o adquiridas de masas intracraneales o sangrado
Cualquier actividad de ataques en los últimos 3 años
Hepatomegalia, esplenomegalia, ascitis
Diabetes mellitus no controlada o enfermedad de la tiroides no controlada
Un dispositivo implantado que puede alterar cualquier proceso fisiológico
En el caso de las mujeres también se solicita:
Embarazo
Protectores de pechos que no cumplan con las medidas establecidas
Es responsabilidad del médico dar a conocer al comisionado en turno el estado inconveniente de salud de algún deportista, en caso de detectar alguna de las variables de salud descritas anteriormente previniendo la participación de un peleador con alguna de estas alteraciones en la salud.
Durante la función
El médico deberá cerciorarse de la existencia de mínimo una ambulancia equipada con un cuerpo de paramédicos, y acordar con ellos la ruta crítica a seguir en caso de un accidente deportivo que ponga en peligro la vida de un peleador. Además, el médico deberá colocarse a la orilla de la zona de combate e identificarse con los Referees de la función para efecto de que ellos puedan consultarlo sobre alguna eventualidad durante el transcurso de las peleas. El médico deberá tener siempre en mente y hacer contacto previo, con la posibilidad de solicitar apoyo a un equipo interdisciplinario compuesto por un Traumatólogo, Neurocirujano, Anestesiólogo y todo lo necesario para la atención de un peleador frente a la situación de un accidente deportivo. El médico deberá contar con gasas, guantes y todo lo necesario para la revisión de heridas cuando así lo solicite el Referee, y jamás deberá actuar por voluntad propia, pues solo debe acudir a revisar a los peleadores por la solicitud del comisionado en turno o si el referee lo solicita.
En circunstancias críticas, es fundamental el liderazgo que pueda tener el médico en las indicaciones que les dé a los paramédicos para auxiliar al peleador.
Posterior a la función
Luego del evento competitivo, es sustancial que el médico le deje indicaciones a cada uno de los entrenadores para que, en caso de que alguno de los peleadores pudiera presentar alguna sintomatología neurológica, actúen rápidamente llevando al atleta al centro médico más cercano para su revisión, diagnóstico y tratamiento de ser necesario. Imagen1. Indicaciones que ofrece el WBC a los entrenadores sobre las sintomatología neurológica.
Fuente: Elaboración propia.
Todos estos cuestionamientos y exámenes deben realizarse para diagnosticar adecuadamente al peleador, y poder dictaminar así su estado de salud, que le permita competir en un evento deportivo de las características que presenta cada deporte.
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