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Caracterización del Kick Boxing
Autor: Rodrigo Merlo El Kick Boxing en uno de los deportes de combate más completos que existen, particularmente creo que es la base fundamental para aquellos que se quieren dedicar a las Artes Marciales Mixtas y por su practicidad lo considero uno de los deportes primordiales para la defensa personal. Como ya se realizó con el deporte anterior, comenzaremos por dar una breve definición de la disciplina, para luego analizar la relación existente entre el tiempo de esfuerzo con respecto al tiempo de pausa, así como la tendencia registrada en los parámetros antropométricos de estos deportistas, las implicaciones de los aportes de los sistemas energéticos y los datos reportados en cuanto a los parámetros morfofuncionales.
Por lo antes dicho, las categorías descriptivas utilizadas para la caracterización del Kick Boxing son las mismas que las expuestas en el Boxeo:
1. Definición El Kick Boxing es un deporte de combate que requiere habilidades complejas y la excelencia táctica para el éxito competitivo (Del Vecchio et al., 2011 y Ouergui et al., 2013). En un combate promedio, se pelean 3 rounds de 2 minutos cada uno, con un descanso de 1 minuto entre rounds (Ouergui et al., 2013).
Una competición típica de Kick Boxing, está compuesta por un volumen de 3 a 5 rounds (en WAKO se llega a competir hasta 10 rounds en títulos internacionales), con una duración de 2 a 3 min cada uno y con un período de descanso de 1 minuto entre episodios (Buse et al., 2006 y Silva et al., 2011). Normalmente, los medallistas de Kick Boxing realizan de cinco a siete peleas en competiciones internacionales. Además, en los combates se deben realizar un alto número de acciones, y aunque no suelen observarse diferencias significativas entre el número de técnicas ejecutadas por los competidores, el grado de efectividad de los ataques determina el resultado de la competencia (Crisafulli, 2009).
2. Relación esfuerzo/ Pausa En el 2011 Del Vecchio et al., registraron los tiempos de esfuerzo y pausa aplicados en el Kick Boxing. Los datos arrojados por el estudio demuestran que el tiempo de esfuerzo promedio de Kick Boxing fue de 5,5 segundos y que los bloques de pausa (al cual se lo consideró como la suma de los momentos de Preparación y Observación), tuvieron una duración media de 12,3 segundos. De esta manera, los autores concluyeron que en general, el Kick Boxing tuvo una relación Esfuerzo/Pausa de 6s/12s, dando una proporción en la relación esfuerzo-pausa del 33% del tiempo realizando esfuerzo, frente a un 66% del tiempo de combate empleados por acciones de pausa como son la observación y la preparación para el ataque.
En eventos internacionales de Kick Boxing la relación esfuerzo/pausa registrada fue de 1:1 (50%/50%) con un promedio de 2.2 ± 1.2 segundos de acciones de alta intensidad (es decir, ataque y/o acciones defensivas), intercaladas por 2.2 ± 0,7 segundos de actividades pasivas (es decir, actividad de baja intensidad) y 5,4 ± 4,5 segundos de pausa decidida por el árbitro (Ouergui et al., 2014). Además, los mismos autores informaron que el tiempo medio entre dos acciones sucesivas de alta intensidad fue de aproximadamente 3,4 ± 1,2 segundos (Slimani, 2017).
Tabla 1. Frecuencia cardíaca, percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) y duración de las fases de actividad de Kick Boxing en relación con el resultado de combate, media ± desviación estándar.
Fuente: Modificado de Ouergui et al., 2015.
Gráfica 1. Relación Esfuerzo/Pausa en deportistas de Élite y Amateur de Kick Boxing.
Nomenclaturas:E: Esfuerzo, P: Pausa. Fuente: Adaptado de Slimani, 2017.
Como se puede observar en los datos registrados por los autores precitados (Ouergui et al., 2014; Del Vecchio et al., 2011; Ouergui et al., 2015 y Slimani, 2017) los tiempos de acciones de alta intensidad son menores a 6 segundos, lo que nos permite vislumbrar que las implicancias del sistema fosfagénico (ATP-PC) no agotan su capacidad, permitiendo mantener reservas de estos sustratos de alta intensidad. Los tiempos de pausa o acciones de baja intensidad colaboran en la resíntesis de ATP, asegurando la calidad de las acciones de combate, sosteniendo las intensidades elevadas en las peleas. Con todo ello, podemos comprender que las dinámicas en las cargas de trabajo físico-técnico-táctico no deberían superar los 6 segundos en los ataques, priorizando la ejecución técnica-táctica de los gestos ofensivos, concentrándose en la precisión y anticipación como medio para lograr la efectividad de los golpes.
2. Antropometría Con respecto a la cantidad de masa grasa registrada en los peleadores de Kick Boxing, el rango promedio observado por Slimani (2017) difirió entre los peleadores profesionales y los amateurs, descubriéndose que en los kickboxers masculinos nacionales de élite el porcentaje de masa grasa es en promedio de 6.1 a 11.4% y en kickboxers masculinos amateurs es de 9 a 16%.
Tabla 2. Porcentaje de masa grasa registrada en peleadores de Kick Boxing.
Fuente: Adaptado de Slimani, 2017.
Por otro lado, en el 2007, investigadores españoles (Sánchez-Benito, Sánchez-Soriano y Ginart-Suarez) tomaron registros de 22 peleadores de Kick Boxing en la categoría de hasta 76 kg, realizando medidas antropométricas en concordancia con lo establecido por el IWGK y por la ISAK. A partir de estas medidas determinaron el Somatotipo de los peleadores según Heath-Carter. La sumatoria de seis pliegues permitió determinar la composición corporal de estos deportistas, estimando el porcentaje de masa grasa de Yuhasz en 8,6±0,6%, el de Mantiegka en 10,9±0,1% y el de Kerr 20,9±0,2%. Para Mantiegka el porcentaje de masa muscular se registró en 47,7±1,3%; con una masa ósea de 17,1±1,5% y de una masa residual de 24,1±0%, y para Kerr el porcentaje de masa muscular fue de 51,4±1,5%, el de masa ósea de 11,0±0,2% y el de masa residual de 11,5±1,7%. Así, se estimó el somatotipo de estos peleadores de la siguiente manera: 2,0±0,2 – 5,3±0,2 – 2,6±0,7.
Conocer los porcentajes de masa muscular y grasa que presentan los deportistas de elite, nos pueden dar una adecuada referencia para tomar decisiones sobre las intensidades y volúmenes de las cargas de entrenamiento, así como de los planes de nutrición y suplementación utilizados en la preparación de los peleadores. Si los kickboxers poseen bajos porcentajes de masa muscular, la posibilidad de aplicar altos niveles de potencia en sus golpes se verá afectada, del mismo modo que si su porcentaje de masa grasa es muy elevado, esto irá en detrimento del rendimiento deportivo por ser considerado este tejido como un lastre que no colabora en lo más mínimo en las competencias de Kick Boxing.
3. Parámetros energéticos Debido a la especificidad de los combates en Kick Boxing, en donde se presentan movimientos breves de alta intensidad (2 a 6 s), con pausas de 6 segundos en promedio, Zabukovec y Tiidus (1995) proponen que el Kick Boxing requiere de moderados a altos niveles de potencia oxidativa y fosfagénica. La vía metabólica de los fosfatos proporciona la energía necesaria para los ataques cortos e intensos de máxima potencia, mientras que el sistema oxidativo mitocondrial contribuye a la capacidad de recuperación de los kickboxers que les permite repetir ataques con la misma fuerza y velocidad durante todo el combate al optimizar el proceso de recuperación durante los breves períodos de descanso o esfuerzo, así como también para la recuperación efectiva entre combates consecutivos (Silva, 2011).
Al igual que en el Muay Thai, esta breve ráfaga de energía es suministrada principalmente por el metabolismo glucolítico y fosfagénico. Por el contrario, el mantenimiento del trabajo intermitente realizado durante un combate, así como el proceso de recuperación durante los intervalos cortos, se apoya principalmente en el metabolismo oxidativo mitocondrial (Crisafulli, 2009).
Según Buse (2009), la falta de capacidad oxidativa y glucolítica debe ser motivo de preocupación para el competidor, puesto que puede afectar las habilidades técnicas incrementando el riesgo de lesión.
Algunos autores han determinado la capacidad oxidativa de los kickboxers midiendo el consumo máximo de oxígeno (VO 2 máx.) mediante una prueba de ejercicio continuo gradual, utilizando un cicloergómetro o una cinta ergométrica en el laboratorio (Zabukovec et al., 1995; Ouergui et al., 2014 y 2015). Los valores promedio encontrados fueron de un VO2máx entre 51.9 y 61.5 ml ∙ kg -1 ∙ min -1 para kickboxers masculinos de élite. Los resultados de los estudios citados se pueden observar en la siguiente tabla.
Tabla 3. Consumo Máximo de Oxígeno de peleadores de Kick Boxing.
Fuente: Adaptado de Slimani, 2017.
4. Parámetros morfofuncionales La fuerza muscular en los miembros superiores e inferiores es primordial para la victoria de un peleador y es una de las claves para el éxito en el Kick Boxing (Zabukovec et al., 1995).
La fuerza isométrica en la prensión de mano es aceptada como un indicador del nivel de fuerza en un kickboxer aficionado (Salci et al., 2015; Machado et al., 2009 y Tassiopoulosi et al., 2013). Los resultados proporcionados en la revisión que hizo Slimani (2017) reflejaron un valor promedio de fuerza de agarre en mano de 53,7±11,9 kgf para la mano dominante y 50,0±11,3 kgf para la mano no dominante), el autor sugiere que los kickboxersrequieren un óptimo nivel de fuerza para realizar y sostener de manera efectiva las acciones técnicas y tácticas en un combate, y por último, concluye que la fuerza isométrica de la extremidad superior es de particular importancia para lograr un rendimiento de alto nivel en amateurs y kickboxing de élite.
Tabla 4. Aplicación de fuerza en diferentes movimientos evaluados en deportistas de Kick Boxing.
Fuente: Adaptado de Slimani, 2017.
La fuerza explosiva de las extremidades superiores es de gran importancia en este deporte, diversos autores han determinado la potencia del tren superior mediante el uso del lanzamiento de balones medicinales (Slimani et al., 2016; Ouergui et al., 2014 y 2013). Por otro lado, la potencia del tren inferior suele medirse por medio de saltos bajo la técnica del salto con contramovimiento (CMJ), siendo esto aceptado como un indicador de potencia muscular para dichas extremidades en kickboxers (Slimani et al., 2016; Ouergui et al., 2014, 2013 y 2015, Nikolaïdis et al., 2011).
Tabla 5. Altura alcanzada en CMJ, SJ y MBT en deportistas de Kick Boxing.
Fuente: Adaptado de Slimani, 2017.
6. Conclusiones
De acuerdo con lo antes dicho, se puede apreciar que el Kick Boxing es un deporte que demanda un gran esfuerzo físico, con implicancias del sistema fosfagénico como factor determinante y del sistema oxidativo mitocondrial como vía predominante en el aporte energético para la resíntesis de ATP. Además, los registros elevados en la concentración de lactato sanguíneo muestran la importancia de estimular este sistema como mecanismo de amortiguación para soportar la acidez generada por las altas intensidades de los combates que fuerzan una alta hidrólisis de ATP provocando la liberación acentuada de protones de hidrógeno.
Siendo que los registros de la frecuencia cardíaca tomados durante los combates varían en cada momento, y que los datos reportados en los estudios son el promedio registrado, estos no deben ser considerados como representativos del combate. La gran variabilidad entre las intensidades dadas en las pausas, los tiempos de observación, preparación y ataques, marcan que este tipo de deporte no puede ser caracterizado por parámetros típicos como la frecuencia cardíaca o la concentración de lactato en sangre utilizados en deportes cíclicos. Es por estos motivos que consideramos que la determinante del éxito deportivo en el Kick Boxing no es central, sino que es periférica. Siendo que se reportó que la diferencia entre ganadores y perdedores no fue la cantidad de técnicas aplicadas, ni la frecuencia cardíaca registrada, sino la efectividad en la ejecución de los ataques, la cual es dada por la precisión y la toma de decisión ejecutada de manera correcta y en el momento preciso. Por ende, creemos que no solo hay que entrenar la capacidad de ataques y contraataques a una cierta intensidad, sino que estas acciones deben estar controladas por parámetros de precisión y de ejecución según la posibilidad de aplicar la técnica con éxito, en el tiempo exacto en que se debe dar. Así, se sugiere que los entrenadores elaboren combinaciones específicas de ataques a los paos y la pechera, que se ajusten a contraataques puntuales, donde el deportista deba aplicar en un momento concreto su devolución. De no ser respetado el tiempo de respuesta, el manoplero debe quitar el pao, haciendo notar que la ejecución fue tardía y que el contraataque no fue exitoso.
También será fundamental desarrollar la rigidez muscular, para mejorar la transferencia de la fuerza aplicada, y elevar la tasa del desarrollo de la fuerza en los gestos propios del Kick Boxing, comprendiendo que la demora en la aplicación de las fuerzas inhibiría la aplicación de estas. De esta manera, se vuelve crucial trabajar la fuerza asociada a parámetros neuronales que consideren la velocidad de reacción motriz ante un estímulo dado.
Y, por último, habiéndose descripto el somatotipo de kickboxers de élite, se cuenta con una referencia que orienta al entrenador y al nutricionista en las tomas de decisiones para asegurar con su trabajo los porcentajes adecuados de masa muscular y masa grasa.
Texto extraído del libro "Entrenamiento para deportes de combate" de Rodrigo Merlo (2019).
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